Sin Flash (Por: Yolanda Gattor)

Caminábamos lado a lado en la avenida, él tenía su cámara en la mano y yo no podía dejar de pensar en quedar retratada con su mirada.

Cuando llegaba, no podía disimular detallar minuciosamente cada curva de mi existencia terrenal. Su mirada penetrante conocía mi cuerpo sin haberlo visto sin ropa. Pasaba horas escaneando mis hombros siempre descubiertos. No me incomodaba para nada, al contrario, disfrutaba ver como me comía con los ojos. Yo, mientras tanto seguía la conversación, tratando de imaginar qué ideas cruzaban por su cabeza mientras bajaba y subía la mirada sin decoro.

Cada vez que llevaba la cámara y escuchaba el disparador abrir el obturador, sentía una emoción imposible de contener inundando de humedad todo mi ser. Debí tomarle de la mano y proponerle ser su musa ese día. Aceptar vestir solo una bufanda recorriendo la línea de mis hombros que tanto le gustaban, y así a plena luz del día, desafiar las sombras, la cultura y las reglas para quedar inmortalizada en sus negativos.

Debí decirle que me encantaría modelar, mientras confirmaba sus bocetos mentales de mi cuerpo, que hubiese querido morir de placer al quemarropa de los disparos infinitos de su reflex. Debí proponerle pagar sus servicios profesionales y artísticos, bebiendo de mi cuerpo. Una vez que estuviera sin ropa, debí saber que no podría negarse. Debí saber que no quería negarse.

Debí creerle, que era bella, tersa y sexi. Que mis líneas despertaban sus deseos más inconfesables. Que la amistad se impone, pero el deseo, la lujuria y el morbo se hacían imposibles de refrenar y que bien valdría la pena brincarse las normas y adentrarnos en el cuarto oscuro sin miedos.

Pero seguí caminando atemorizada de mi imagen en el espejo, nos despedimos de lejos, y se nos fueron los años. Hoy mis hombros cansados, mis senos caídos, mi piel arrugada no captarían su mirada y en sus recuerdos seguro que ya soy parte del olvido. Como quisiera hoy, tener esa imagen sin flash, y mirarme desde sus ojos. Y saberme bella antes y bella siempre.